Carmen Castejón recuerda a Matilde Ladrón de Guevara
MULATA
FLOR
(a Nicolás Guillén)
El ébano y marfil se desposaban
en la cubana risa de los pianos.
Bajo el trópico y caña almibarada
hay dos flores desnudas en un tallo.
Grácil negro emigrado -sangre esclava
del corazón del Africa- sediento
bebió el amor de la española blanca
en la blanca vasija de sus pechos.
Feliz grito de nieves y carbones.
Riego el polen. Símbolo violento.
Nació un matiz, otra alma de aquel sexo:
Mulata flor, tu raza de eslabones
eleva un himno ausente en represalias,
en Cuba, patria siempre autorizada.