VEN
(Ven Mujer a quien no conozco Amiga,
toma mi mano y forma las alas de una paloma en vuelo con la tuya.)
Ven:
adentrémonos en un "ábrete sésamo" perfumado de espliego y alhucema.
No hay nada que temer: nos nombrarán relámpagos y truenos
y un huracán de arena, sangre y fuego
desecará -en nuestros ojos de mujer- las lágrimas
(pero yo lloraré por ti cuando haga falta
porque sé que tú lo harás por mí, cuando la haga.)
Ven.
No temas. Aún en medio del estruendo, nos oiremos
(sabremos escucharnos)
dame tu mano, y cuando la luna, de puntillas en la rama de un cerezo de Marzo,
el rojo de la rosa vuelva plata,
hablando -o en silencio- robemos a la noche oscuridades
y el gris-oscuro-arma que, hoy, asola nuestras vidas.
Ven.
Busquemos. Busquemos en un "ábrete sésamo" perfumado de espliego y alhucema
aquel espejo en el que no hace mucho la PAZ se contemplaba,
y en el que sin pudor, podrán mirarse mis palabras,
que el mar de la memoria,
queriendo o sin querer -por ti y para ti- torna poema.
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