Edith Checa recuerda la poeta José María Pinilla
OLOR A LIBERTAD
¿A qué sabe la palabra libertad?
¿Con cuántos dedos desabrocha la camisa
del lamento? ¿Por qué le sangran
los dedos de los pies?
Y siempre,
siempre huele al ayer o al mañana,
nunca a presente.
¿Porqué se calza con renuncio y
se escribe de prestado?
¿Por qué no huele a flor, a danza
o a tarde de septiembre?
Tan ciega, con su postura de perdón,
sin cobardía, ni arrogancia,
pura inercia por la gloria,
abierta a la sonrisa de la aurora,
fuego, fuego que nunca se agota.
¡Miradla! Es la confianza en la conquista,
ni huele a tierra, ni sabe a cielo.
Cocina la ternura, reposa del fracaso,
y anda,
sin limosna, entre restos,
temblores de ruido,
fiesta suspendida entre los ojos,
siempre con su vocabulario novedoso,
sin dinero, ni pobreza,
sin saldo en su tarjeta, torpe
como un inventario o un balance,
intentando ordenar un tiempo,
una claridad o un desencanto.
¿A qué huele la palabra libertad,
si no es a nieve,
a propiedad o desahucio?
Hola muy buena idea poeta se van pero quedan sus letras y eso es lo que no hay que dejar olvidarrrrrr...un abrazo desde Barcelona...
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